viernes, 29 de enero de 2010

Hasta pronto maestro Salinger...

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La entrada del día de hoy era sobre la mejor película de acción de todos los tiempos, The Dark Knight. Sin embargo mi corazón, y mi mente están muy tristes. El miércoles 27 falleció, en su casa de New Hampshire, a la edad de 91 años, uno de los más grandes monstruos literarios modernos, el gran y único J.D. Salinger. Y su partida fue en la más absoluta privacidad que siempre prefirió, y que lo alejo del ojo popular, pero no de aquellos que se aventuran con un buen libro, y más con su obra maestra, El Guardián entre el Centeno.

Me da una pena absoluta y me parte el corazón y la madre que la juventud nos pasemos por el arco del triunfo el fallecimiento del maestro Salinger. No solo nos abandono aquel que definió la juventud moderna, sino aquel que la describió y conceptualizo como pocos. Perdón, pero Irving Welsh y Chuck Palahniuk le deben muchísimo al buen J.D. “El Guardian entre el Centeno” es la historia Holden, un joven que en plena edad del autodescubrimiento y de los madrazos existenciales, sabe que hay algo que le falta en su vida. Y no es una lady a su lado, o el revén absoluto, no señores, no es así. Lo que a Mr. Holden le falta y anda en su busca por toda la ciudad es su identidad y encontrar su camino.

Holden es nuestro retrato. Somos jóvenes, ironicos, sarcásticos, en espera de un futuro mejor, que idealizamos las cosas, pero que también juzgamos, nos burlamos, rompemos reglas, nos negamos a crecer y admitir que el tiempo pasa. He aquí el meollo de la grandeza de la novela. Sin más aspavientos o espectacularidades, y por hechos comunes y corrientes en la novela, Holden demuestra su inmadurez, su pendejismo existencial y su miedo a estar en la realidad. Su mayor sueño es estar en un campo de centeno, evitando que los niños caigan al precipicio, así el seria el guardián entre el centeno. Aquel que logra que la inocencia, el miedo a crecer, la protección, los sueños no se desboronen. Mientras más sueños pueda cachar, el podrá estar feliz, tener un objetivo, que en su negro y cruel realidad no puede lograr.

El guardián puede evitar las catástrofes, el no. El guardián puede evitar el paso el tiempo, el no. Y esta realidad se hace patente al final de la novela. Después de pasear con Phoebe (su hermana menor) decide contarle su interés de escapar de la ciudad, de huir de ahí, de encontrar, vaya pues, su campo de centeno. Pero Phoebe quiere ir con él, y Holden conmovido por la inocencia de su hermana y por decirle lo mucho que lo ama, la niña sube al carrusel, y nuestro antihéroe decide subir, con su hermana, pero ella le recuerda que es muy mayor para eso. Y él se hace consciente de su realidad, pero sin dejar de soñar con su campo de centeno, mientras evoca su niñez.

No tengo palabras para describir lo mucho que me duele su partida. Pero una de las cosas buenas que viene con su muerte, es que sus familiares comentan que habra ediciones de trabajos inéditos y póstumos, para beneplácito de todos nosotros.

Y este luto, es porque siento que perdí a un amigo, aquel que conocía mis
secretos y mis sueños, que mi hizo feliz, y triste. Y que sin embargo también conocía mis secretos, y mi oscuridad humana, porque no hay día, en el que yo sueñe con ser un guardián entre el centeno.

1 comentario:

  1. Mmmm ,,,pues te dire Memo,,,sera muy tu idolo pero no comparto contigo lo ke dices ke es el reflejo de la juventud, al menos con mi juventud no embona,,yo creo ke esta historia se enfrasca en una idea convenenciera, donde todo lo ke sueña y anhela le cae del cielo sin ir mas alla, sin buscar mas, solo se LIMITA a lo ke al guardian le conviene sin experimentar la fabulosa realidad , pero yo admito ke nuestra realidad por muy dura y cruel ke sea es fabulosa, si no fuera asi, donde quedarian nuestras lecciones de vida, sin esos errores estupidos ke cometemos como jovenes de donde aprenderiamos ,,,y el guardian solo vivia la realidad ke el keria pero si nos ponemos a pensar,,,,cuato tiempo podria vivir en ese mundo de juguete ke el se pintaba?,,,nuestar juventud es otra cosa hoy en dia, y el que no arriesga, el que no apuesta y el que no vive al maximo simplemente no esta viviendo...

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