Hay amores que creceen más fuerest que otros, que se disuleven una y mil veces, pero que siempre anidan la posibilidad del regreso, aún cuando su estructura este cimentada sobre recuerdos y sueños que no saben aterrizar de otro modo que no sea la separación...
Sucede. Así es el amor. El amor prestado, el que el mundo nos presta como esperanza para aferrarse a vivir.
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