miércoles, 8 de septiembre de 2010

La ficción del cine y la literatura , y su eterna realidad.

Ambición, tragedia, redención, sexo, intrigas y sed de poder. Atributos y característicases que rodean y forman al ser humano. No es nuevo. Desde el principio de los tiempos el hombre se ha distinguido por dos variantes. Lo bueno y lo malo. De ahí emergen todo lo que nos va dando identidad y la mentada diferencia entre los animales y nuestra especie dominante.

Es curioso pensarlo de esta forma., pero no obstante en lugar de avanzar estamos estancados en la más absoluta guerra contra nosotros mismos. Lo cual me hace ser uno de los millones que cuestiona el festejo del Bicentenario y Centenario. Honestamente no veo que es lo que celebramos. Y mi reflexión sobrevino Hace hace un par de días que inicié y concluí el libro “Huesos en el desierto” de Sergio González Rodríguez.

El libro es un claro documento que nos habla de frente y sin adornos sobre la violencia en nuestro país y aunque su principal tema es el relacionado con sobre las muertas de Juárez y con la nula investigación por parte de las autoridades y su implicación en esta tragedia;. El libro también te documenta como actual racha de violencia en nuestro país vio su nacimiento, cuyo origen en México se remonta a mediados de los ochenta, con: la alternancia de poderes, el creciente lavado de dinero en nuestro país, las intrigas políticas, la sutil y a la vez descarada relación del gobierno con el narco, por mencionar algunas.…

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Esto no es ninguna novedad. Pero no deja de sorprendernos la bestialidad y lo ordinario del asunto. Y como, somos, en este país el país somos “no pasa nada”. El libro te deja muchas interrogantes y te habla de hacia donde vamos como plantea el rumbo incierto de nuestra sociedad.
Casualmente comencé la lectura el mismo día que ví “El Atentado” de Jorge Fons.
Y aunque la película te habla de lo mismo. Pero se queda a medio camino.

El filme te aborda un hecho poco conocido en nuestro país:, un atentado en contra del presidente Porfirio Díaz y las intrigas políticas que rodearon el hecho. Pudo haber sido un “peliculóon” con el tema radioactivo y polémico que tenía en manos. Pero se queda a medio camino entre el panfleto pseudo-intelectual y una telenovela estelar “del canal de las estrellas”. Todo viene a partir del guión.

Vicente Leñero nos regalada un lienzo sobre el cual nos habla de la traición y el poder, y como éste corrompe a los hombres. El principal problema es que la historia sobre “El Atentado” (que tendría que ser la materia prima) se ve mal desarrollado por los conflictos de 3 amigos involucrados en el hecho. No es el planteamiento, es la forma en que se vuelcan las historias. En ningúun momento llegas a identificarte con las historias y no hay puntos de inflexión que te lleven a tomar partido. En sí, el motor de la historiaa (repito, el atentado) es mero pretexto para desarrollar y exponer el histrionismo de actores consagrados en México. Láastima, porque la intriga política y la crítica social se ve empañada por un argumento de telenovela historia del tipo de Ernesto Alonso.


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Sí, hay escenas apabullantes, como aquella donde los protagonistas descubren el vagón de los presos políticos cuando regresan de su día de campo ó la secuencia donde a María Rojo le entregan el cuerpo de su hijo, y ella, a través de su personaje, se vuelve la voz y alma de todos aquellos que actualmente han perdido a alguien en la actual guerra contra el “narco”. Esto es el punto que me causa más pavor: l. Las actuaciones.

Los únicos que se salvan son Daniel Giménez Cacho (magistral como siempre), María Rojo e Irene Azuela. De ahí en fuera los demás estáan “insufribles”. Y en parte es culpa de Jorge Fons quien decepciona después de 16 años cuando nos entregó esa “piedra angular” del cine mexicano conocida como e: “El callejón de los milagros”. Fons es un excelente director de actores, pero no obstante aquí queda a deber al querer, muy endeble su ambición de que todos se vean “naturales” y en un ambiente “realista”. ….Este método de trabajo funciona con actores que tienen “las armas” y saben lo que es el oficio de actuar. Por eso actores como Julio Bracho se ven fuera de tono y acartonados, de risa loca. Otros más hacen lo que pueden y sacan “la chamba” como Colombo o Dolores Heredia. De José
María Yazpik diré que su personaje no es más que un estereotipo. Y es culpa de Fons, otra vez. Además de que la escenografíia es ridícula y, literal, ¡, acartonada….la música no es dramática y es sólo de adorno (música de elevador)…

Muy mal porque con el material explosivo y su materia prima (intriga políitica) pudo ser lo que para los gringos es “Frost/Nixon” o “Todos los hombres del presidente”.,


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La otra pelíicula que es el caso contrario es irreverente, transgresora, polémica y cruda. “El Infierno” de Luis Estrada es, para estos tiempos, lo que fue en su momento “Canoa” y “El Apando” de Felipe Cazals y “Rojo Amanecer” de Jorge Fons.

La historia es de Benny, un migrante que es deportado de nuevo a México y al regresar a su pueblo “San Miguel Narcáangel”, se da cuenta que todo lo que el conocía es devorado por la ola de violencia, que trae consigo una fuerza como la que es el narcotráafico. Y no le queda otra máàs que unirse a este mundo para sobrevivir, porque “el que no tranza no avanza”.

Estrada no pinta un lienzo, sino que reproduce textualmente la realidad del país. Muerte y dolor es lo que ha traído el narcotráafico y sobre todo el “torcimiento” de los ideales que como nación deberíamos de tener. El Benny se sumerge en el espiral del mismo infierno y se da cuenta que el país estáa cada vez más jodido y la ley es la del máàs fuerte.

Al terminar la proyección no queda más que hacer una reflexión de a dónde vamos y el final, poéetico y duro en sí,nos muestra lo que puede ocurrir en los próximos meses… o años. La venganza del pueblo contra aquellos que nos van hundiendo: los poderes del país (estado, judicial , religioso) y el “narco” en sí. Pero para llegar a esto, un río de sangre tendrá que ser dado para reajustar la situación.
No es un simple alegato sobre la legalización de las drogas o el poder de los narcos. Es un retrato de la miseria humana y como estamos todos llenos de mierda. EY el mensaje del filme es claro: Todos tenemos culpa por la situación actual del país



La película es gloriosa en todos los sentidos: actuaciones, guióòn,direccióòn, investigación, diseño de arte, fotografíia….no hay ningúun “pero”.….

Creo, entonces, que estas expresiones son la forma más auténtica con la que yo celebrarée el Bbicentenario: sin duda no hay nada como el cine y la literatura para hacerme reflexionar.…

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